lunes, 1 de febrero de 2010

Falsos enigmas

¿Por qué se cotiza tan cara la franqueza?
Ni nuestros actos, ni nuestras palabras serán suficientes para dejarnos ver, más aún cuando no queremos quitarnos el velo.
Medias verdades, verdades ocultas, mentiras a medias...
Jugar al enigma, despotricar a destajo de lo ajeno, parecer sin ser, ser sin parecerlo.
Callar, tapar, disfrazar, ocultar, mentir.
Lo nuestro, lo auténtico, lo que de verdad importa... ahí escondidito, bajo llave, en clave. ¿Por miedo? ¿por impostura? ¿por expectación? ¿por pudor?
Así se justifican la proliferación de psicoterapeutas, de chats, de amigos virtuales...
Lo dicho, es más fácil follar con alguien que charlar delante de un café.

6 comentarios:

  1. Anónimo5:30 p. m.

    ¡Qué razón tienes, guapa!
    Aunque no es tu caso, siempre me maravilló tu transparencia.
    Un beso enorme desde el desierto.

    ResponderEliminar
  2. Toma tuché sin pelos en la lengua.

    Un abrazo.

    D.

    ResponderEliminar
  3. y cual ha sido el ultimo café tan desacertado? (lo otro mejor ni te pregunto jajaja)

    bueno pues... cantemos pues para que se rompa es puerta cerrada y se abra .. aunque muchas veces es mejor decir: Cuidado con lo que deseas si no quieres perder tu ilusoria imagen de cierta gente :)

    Un besote vera, siempre dije que yo era total y brutalmente sincero... hasta doler pero intentando no dañar

    http://www.youtube.com/watch?v=nFn6e3k7_ho

    hace un cafe? ;)

    ResponderEliminar
  4. Aceptamos el café.
    Querido insomne, no ha habido ningún café desacertado,lo otro, mejor me lo callo...
    Un saludo.

    ResponderEliminar
  5. Anónimo8:14 p. m.

    Me has puesto la carne de gallina de la certeza con la que explica el como nos movemos en los ultimos tiempos.

    Escribes fantasticamente.

    Alicia

    ResponderEliminar
  6. Anónimo12:04 a. m.

    Pues me parece necesaria esa pornografía emocional
    despreciada hoy día, ya sea en los encuentros familiares, reuniones de vecinos, aulas universitarias o estaciones anónimas. Estamos cada vez más cómodos en los no lugares.
    Ya lo dijo el cabrero: la voz no hay quien la pare, ni rejas ni paredes.

    Your brother.

    ResponderEliminar

pasearon por aquí