sábado, 16 de septiembre de 2006

Septiembre


Septiembre huele a dudas.

Los niños, algunos, ansían estrenar su mochila nueva.
Los otros, añoran reencontrarse con sus viejos amigos.
Todos apuran las largas tardes de verano.

Yo fui niña, vagamente recuerdo algún olor.
Mis amigas estaban siempre,
mis tardes se hacían noche en el pueblo,
la felicitación de letra grande acudía
puntual desde un país lejano,
la comida de mi abuela,
el forro de los libros,
las peleas con mis hermanos.

Ya no soy niña, vivo la incertidumbre de una efímera existencia.
Me felicitan por teléfono.
Mi abuela no cocina.
Rara vez forro un libro.
Ahora, solo me queda un hermano,
y no quiero pelearme.
Septiembre no me huele.

VERA

2 comentarios:

  1. Anónimo4:19 p. m.

    parte de la esencia de la niñez y la adolencencia, donde lo importante era el ahora. Siempre habrá un olor evocador que nos transporte.

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  2. La lata, el cielo, el balón, la acera, tumba, el suelo.
    El árbol de la memoria
    el árbol de la duda la certeza del azar, vera, la certeza del azar,
    diciembre huele a rabia, a esperanza y a dolor. sin el todo, imágenes y repetición

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