
de miedos consagrados.
Acoges el día
de engaños ciego.
Y ¿qué temes?
a ti mismo
al otro
a lo vivido
a lo revivido
a lo muerto
a lo tuyo
a lo suyo
a lo nuevo...
Pero no hay garantías
ni seguro de alto riesgo
ni, siquiera,
el silencio vence al miedo.
Foto: JAAC
VERA
Sí, el miedo suele resultar más poderoso que el silencio.
ResponderEliminar¿Pero y la palabra?
Un abrazo.
D.
Bien trabajo, que bonito.
ResponderEliminar