Le comenté: —Me entusiasman tus ojos. Y ella dijo: —¿Te gustan solos o con rimel? —Grandes, respondí sin dudar. Y también sin dudar me los dejó en un plato y se fue a tientas.
Les gustaban mis ojos, se los dejé en un plato. Le gustaron mis dedos, me los arranqué de uno en uno hasta entregárselos todos. El problema fue cuando le gustó mi corazón: me lo quité del pecho y se lo dí. Él anda con dos latidos, yo ya no sé cómo seguir andando...
A mí me gustan tus ojos cuando miras como diciendo algo. Cuando observas, tristemente, la realidad del mundo. Solos y con rimel. Grandes. Pero, sobre todo, tuyos.
Hola de nuevo,tocaya!
ResponderEliminarLes gustaban mis ojos, se los dejé en un plato.
Le gustaron mis dedos, me los arranqué de uno en uno hasta entregárselos todos.
El problema fue cuando le gustó mi corazón: me lo quité del pecho y se lo dí.
Él anda con dos latidos, yo ya no sé cómo seguir andando...
;-)
Saludos, muchacha
Hola,
ResponderEliminarEl problema reside en arrancarse la vida... ¿lo merecía?
un abrazado de veras
Angel González ha escrito muchos de los mejores poemas que yo jamás he leido
ResponderEliminarA mí me gustan tus ojos cuando miras como diciendo algo. Cuando observas, tristemente, la realidad del mundo. Solos y con rimel. Grandes. Pero, sobre todo, tuyos.
ResponderEliminarBesos.