domingo, 29 de mayo de 2011

Robos personales

Las ganas ahogadas te reprochan el nuevo intento.
Es inútil. Lo sabías, lo sabes y, lo peor, lo supiste.
Ni siquiera quedan excusas que expliquen el porqué.
Mucho menos, hablar de mientras tanto.

Empeñar el sentimiento en vano
ante este invisible muro infranqueable
es tu propia usura.
VERA

1 comentario:

  1. Anónimo10:49 p. m.

    Por aquí corre la sangre que nunca llegó al rio.

    Un beso.
    D.

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