Todo el día siguiente esquivó la pregunta celestina.
Pensó la respuesta políticamente correcta, aquella que dice sin decir de verdad.
Al final:
-¿Y qué?
-¿Qué de qué?
-¿Qué te pareció?
-¿El qué?
-Mi amigo.
-Hum... grande, me viene grande, aunque ande.
Pensó la respuesta políticamente correcta, aquella que dice sin decir de verdad.
Al final:
-¿Y qué?
-¿Qué de qué?
-¿Qué te pareció?
-¿El qué?
-Mi amigo.
-Hum... grande, me viene grande, aunque ande.
VERA
No hay comentarios:
Publicar un comentario
pasearon por aquí